Elevar la autoestima permite una mejor relación personal y con la sociedad. Es necesario partir desde la base que la autoestima se forma desde la niñez. Nuestros padres y educadores han sido quienes han formado nuestra autoestima. Con sus críticas o alabancias nos hicieron más susceptibles a los dichos de los demás y asimismo a aceptarlos como críticas constructivas o destructivas aunque no lo fuesen.
Es necesario lograr un equilibrio en la autoestima, ya que al ser demasiado alta puede generar un perjuicio, porque todo aquello que puedan decirnos como consejos bien habidos pueden ser considerados destructivos y los vamos a soslayar, pues nos consideramos sabios y altivos, narcisistas al fin que todo lo sabemos y no somos vulnerables a nada de lo que nos pueda ocurrir, pues este es un engaño que si bien en la niñez puede ser asumido, una vez que van pasando los años la realidad nos va a mostrar que estábamos confundidos y en contraposición una autoestima baja es dañina, porque todo lo que llevemos a cabo nunca nos va a conformar ya que podemos caer en un complejo de inferioridad al sentirnos verdaderamente inferiores a todos nuestros pares. En principio debemos saber que nadie es perfecto.
Así como podemos ver pares que son muy buenos en algunas disciplinas pueden no ser tan buenos en otras en las cuales nosotros nos destacamos. La mejor manera de lograr una autoestima equilibrada o aumentarla si es el caso de que la tengamos baja es concientizarnos que cada ser humano posee sus propias virtudes, como nadie es bueno en un 100% tampoco somos malos en un 100% y es correcto porque como dijimos nadie es perfecto. Si nos destacamos en una disciplina explotémonos en ella para poder destacarnos y sentirnos amigos de nosotros mismos. Si no nos queremos no podremos querer al otro. Amarnos a nosotros para poder amar a los demás es primordial y no es una imagen narcisista. Pues amarnos no significa besarnos o abrazarnos sino cuidarnos en todo sentido física, espiritual y emocionalmente, de esta forma podremos amar a nuestro prójimo y éste podrá amarnos.
Es necesario lograr un equilibrio en la autoestima, ya que al ser demasiado alta puede generar un perjuicio, porque todo aquello que puedan decirnos como consejos bien habidos pueden ser considerados destructivos y los vamos a soslayar, pues nos consideramos sabios y altivos, narcisistas al fin que todo lo sabemos y no somos vulnerables a nada de lo que nos pueda ocurrir, pues este es un engaño que si bien en la niñez puede ser asumido, una vez que van pasando los años la realidad nos va a mostrar que estábamos confundidos y en contraposición una autoestima baja es dañina, porque todo lo que llevemos a cabo nunca nos va a conformar ya que podemos caer en un complejo de inferioridad al sentirnos verdaderamente inferiores a todos nuestros pares. En principio debemos saber que nadie es perfecto.
Así como podemos ver pares que son muy buenos en algunas disciplinas pueden no ser tan buenos en otras en las cuales nosotros nos destacamos. La mejor manera de lograr una autoestima equilibrada o aumentarla si es el caso de que la tengamos baja es concientizarnos que cada ser humano posee sus propias virtudes, como nadie es bueno en un 100% tampoco somos malos en un 100% y es correcto porque como dijimos nadie es perfecto. Si nos destacamos en una disciplina explotémonos en ella para poder destacarnos y sentirnos amigos de nosotros mismos. Si no nos queremos no podremos querer al otro. Amarnos a nosotros para poder amar a los demás es primordial y no es una imagen narcisista. Pues amarnos no significa besarnos o abrazarnos sino cuidarnos en todo sentido física, espiritual y emocionalmente, de esta forma podremos amar a nuestro prójimo y éste podrá amarnos.
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