Cerrar los poros con plantas naturales

Necesitas cerrar poros abiertos por distintas causas, ya sea que tienes un tipo de cutis graso, con lo cual los poros del rostro siempre se ven abiertos o puede suceder que de adolescente hayas tenido acné y como secuela de esta enfermedad de la piel necesites cerrar los poros y hayas elegido hacerlo con plantas naturales elaborando tópicos o mascarillas.

Por otra parte si ya has tenido acné y se pudo tratar y curar, al tener los poros abiertos es mucho más fácil que se vuelvan a obstruir y se reinfecten, por lo cual te volvería a aparecer acné y se forme un círculo vicioso. Puedes preparar remedios naturales para cerrar los poros aprovechando las propiedades astringentes de ingredientes que vas mezclar.

Por ejemplo puedes utilizar el hamamelis, la naranja y la menta. Son tres ingredientes astringentes ideales para cerrar los poros. ¿Cómo vas a preparar la mezcla? Comienza lavando una naranja para quitarle la cáscara. Luego cortarás la cáscara para colocarla en un recipiente y le agregarás tres cucharadas de menta previamente picada. A estos ingredientes le añadirás una taza de agua hirviendo. Taparás el recipiente hasta que la preparación se haya enfriado. Entonces vas a agregarle una cucharada de agua de hamamelis.

Tras ello vas a colar la preparación y la traspasarás a un frasco con atomizador y la reservarás en la nevera. Esta preparación vas a aplicarla sobre el rostro después de haberte bañado. Se trata de un remedio casero que te ayudará a cerrar los poros gracias a la composición de antioxidantes de los tres ingredientes. Estas sustancias te ayudarán a prevenir las infecciones y a regenerar la piel. También puedes hacer una mezcla de una clara de huevo batida un poco a la que le agregarás una cucharada de leche en polvo, cuando se hayan integrado estos ingredientes agregarás una manzana rallada y un pepino pisado. Une todos los ingredientes mezclándolos para lograr una pasta que aplicarás sobre el rostro dejando que actúe por 15 minutos, luego enjuagarás el rostro con agua tibia. Puedes repetir el mismo proceso cada dos días para cerrar los poros.

Consejos para retardar la flaccidez corporal

Los consejos para retardar la flaccidez corporal son necesarios porque con el paso del tiempo la piel se vuelve fláccida por diversos motivos. Las distintas etapas por la que va atravesando la mujer con cambios hormonales sumado a ello la carga de los años hace que la vida sedentaria se establezca como hábito de vida. Pues este fenómeno puede evitarse haciendo retardar la flaccidez si se lleva una alimentación acorde para mantener una buena salud general y en especial orientada a la piel.

Para ello se necesita la incorporación de alimentos como vegetales crudos y cocidos, frutas, ácidos grasos provenientes del pescado y líquido, en especial agua. Beber hasta dos litros de agua de forma diaria es fundamental. También se puede calcular bebiendo hasta ocho vasos por día. De esta forma se mantiene la piel hidratada además de beneficiar la depuración del organismo. Limitar el exceso de sal en las comidas para evitar la retención de líquido, lo cual más allá de favorecer a la flaccidez interviene en la aparición de la celulitis.

Por otra parte conjuntamente con una dieta sana y equilibrada se necesita hacer un poco de ejercicio físico haciendo ejercicio aeróbico. Lo mejor es hacer caminatas a paso contínuo y de forma moderada, pues si no estás acostumbrada a la actividad física no pretendas en un solo día intentar hacer el ejercicio físico que no hiciste anteriormente porque puedes lesionar tus músculos. Con hacer media hora de actividad física será suficiente para empezar a movilizarte y abandonar el sedentarismo y así retrasar la aparición de la flaccidez.

Los consejos para retardar la flaccidez corporal pueden ser conocidos, pues no escapan a nadie el conocimiento de que una alimentación equilibrada y saludable conjuntamente con el ejercicio físico ayuda a tener una buena salud inclusive orientada a evitar la flaccidez pero es importante repetirlo para concretizarse que es la única forma de mantenerse saludable en todos los aspectos y sin engaños.

Medicamentos para el acné adulto

El acné adulto. Llegas a la edad adulta pensado que el acné ya ha quedado atrás porque es una enfermedad de la piel de los adolescentes, sin embargo al mirar tu rostro puedes notar esos granos que significan que aún a esa edad continúas con acné o recién te ha aparecido. No vamos a desarrollar las causas del acné en este momento porque son variables y la idea es indicar algunos de los tratamientos medicinales para el acné adulto. Sí vamos a decir que se caracteriza por la obstrucción del folículo piloso y la hiperactividad de las glándulas sebáceas y la acumulación de bacterias en los poros.

En este sentido para reducir la obstrucción de los poros se utiliza el azufre o el ácido salicílico, son pomadas con este compuesto químico que puede comprarse sin necesidad de receta médica porque son medicamentos de venta libre y puede ser aplicado para el acné adolescente como para el acné adulto. Otro compuesto químico que frecuentemente tienen las cremas anti acné es el peróxido de benzoílo.

En este caso su acción terapéutica permite la eliminación de las bacterias que se acumulan en los poros y reduce la hiperactividad de las glándulas sebácea. Es importante destacar que no puede aplicarse de forma frecuente porque puede irritar la piel. Para la prevención de nuevos brotes de acné se utiliza el retinol, pero es un tipo de medicación que solo se expende bajo prescripción médica y no puede ser aplicada cuado te vas a exponer a los rayos solares.

También son efectivos los medicamentos con antibióticos pero cundo se trata de un acné que ha inflamado o infectado la piel. El acné adulto en su condición grave es tratado con isotretinoína, un derivado de la vitamina A como el retinol. Un tratamiento de este tipo extendido en el tiempo puede presentar efectos secundarios como picazón, dolor de cabeza y dolores musculares. Dentro de este tipo de acné grave pueden indicarse corticoides con medicación oral o inyecciones en la zona afectada. Po último la medicación con estrógenos ayuda a disminuir la producción de sebo pero no se aconseja porque puede contribuir a la formación d coágulos sanguíneos.

Como hacer un plan anticelulitis

Hacer un plan anticelulitis permite no solo hacer una prevención para su aparición sino también en el caso de que ya tengas celulitis puedas reducir la apariencia de la piel afectada. Convengamos que la celulitis se instala en la mayoría de las personas incluyendo a los hombres, pues a pesar de que siempre se afirma que esta afección solo se instala en las mujeres, los hombres también pueden padecer de celulitis por motivos hormonales.

Comienza el plan anticelulitis con una rutina de ejercicios físicos aeróbicos. Debes hacer estos ejercicios al menos tres veces por semana con una duración d veinticinco minutos. Puedes hacer caminatas o cinta de correr, correr o andar en bicicleta. Las caminatas puedes incluirlas como rutina diaria para llegar a tu trabajo o cuando sales de éste para llegar a tu hogar. Usa la bicicleta para hacer las compras, para pasear por un parque y corre, pues correr ayuda a prevenir la celulitis.

Si necesitas aumentar la masa muscular incorpora la resistencia usando mancuernas o peso cuando haces las caminatas y cuando andas en bicicleta. Si ya tienes celulitis y procuras logran un éxito rápido aumenta la cantidad de minutos a treinta minutos al día hasta que puedas llegar a los cuarenta minutos al día tres veces por semana o todos los días. De este modo estarás ayudándote a quemar grasa y podrás adelgazar.

Lo importante es que puedas trazarte un plan anticelulitis apto para combinar con tus tareas cotidianas, es decir que no interfiera con ellas y lo puedas llevar a largo plazo y no lo abandones a los pocos días, ya que entonces no vas a poder obtener el resultado esperado. Hacer un plan anticelulitis también incluye hacer sentadillas, estocadas, subir y bajar escaleras y por supuesto acompañando el plan de ejercicios aeróbicos con una alimentación pobre en grasas saturadas, baja en azúcares, con una disminución de la sal y un aumento en la ingesta de vegetales, frutas y suficiente cantidad de agua.